Para quién escribo

Mujeres y hombres que habéis decidido leerme y dedicar este rato a mis escritos en lugar de hacer cualquier otra cosa de tantas que tenemos, quiero daros las gracias de corazón.

Estoy emocionada por la acogida que ha tenido el blog en su primera entrada.

Estos días estoy recibiendo muchos mensajes de mujeres que se sienten identificadas con mi trayectoria.

Otras, me habéis comentado que, en la última parte del post, se quedaron con ganas de más información y, algunas, que si puedo explicar qué entiendo yo por "moderna" crianza con apego.

Una de las llamadas que recibí fue de una amiga para darme la enhorabuena por atreverme a  salir por fin al mundo en esta nueva faceta y me decía que le llegaba a través de mis palabras, fuerza, seguridad y "esta soy yo".

Efectivamente, esta soy yo, con mis luces y mis sombras, con mis días buenos y los no tan buenos.

Y así puedo mostrarme, como soy,cuando escribo para mí.

Alguien me dijo que encontraba un párrafo inconexo en la última parte del post y, ¿sabéis por qué? porque la mayor parte del post lo escribí para mí, desde el corazón, lo que el bolígrafo iba escribiendo sin pensar pero, a medida que se acercaba el final y sabía que éste al fin iba a publicarse quería cerrarlo "bien" y "bonito"y es entonces cuando se produce el salto de tema inconexo con el anterior párrafo.

Esto me ha hecho reflexionar sobre la importancia de escribir para una misma y, por ende, de hacer las cosas para una misma.

En el momento que nos salimos de nosotras para agradar al otro, nos alejamos de nuestra esencia, de nuestra autenticidad, de lo que nos diferencia del resto. De eso que sólo nosotros tenemos y que sólo podemos mostrar a los demás cuando estamos primero con nosotros, en conexión con nuestro corazón, cuando hay una parada antes de reaccionar automáticamente, cuando hay una escucha previa.

¿Realmente quiero ir a ese lugar? 

¿Quiero quedar con esa persona?

¿Qué quiero yo, si no hubiera condicionantes externos?

Tu Ser lo sabe, otra cosa es que lo ignoremos por nuestra cultura, nuestra educación, por lo que dicen que está bien o mal, por movernos en la dualidad.

El "pepito grillo" que me dice que si hago lo contrario al resto me quedaré sola, o alguien se enfadará, o dejarán de quererme, ....y tantos puntos suspensivos como pensamientos os están viniendo ahora.

Te propongo un juego, mañana desde que te despiertes, presta atención a todos los movimientos y respuestas que haces y das automáticamente a lo largo del día. Simplemente obsérvalo, no lo juzgues ni te juzgues.

Además, intenta, por ejemplo, levantarte por otro lado de la cama, no vayas directamente a coger el móvil (sólo para apagar la alarma);-), y  ese rato dedícalo a observar por la ventana, o a sentarte en silencio o a algo que no hagas habitualmente.

Observa si notas algún cambio al modificar esos pequeños hábitos, y me dejas por aquí tus comentarios.

Te espero con ilusión.

Feliz Observación.

Feliz Parada.

Carina